Este conjunto de voluntarias seguían ensayando para alcanzar movimientos, formas y figuras en el agua.
Se puede considerar como creadora de la natación sincronizada a la nadadora americano-australiana Annette Kellerman .
Su gran impulso proviene de Hollywood, con ayuda de una admirable mujer llamada Esther Willians. La enorme expansión empieza a través del cine, con una nueva modalidad de nadar, siguiendo el ritmo de una orquesta y realizando figuras sobre la superficie del agua.
En España se comienza a conocer este deporte en los años 50 gracias a un equipo del norte de Europa que llega a Barcelona. Más tarde aparece en Madrid y poco después se difunde por el resto de
La natación sincronizada se convierte en deporte olímpico desde